miércoles, 16 de junio de 2010

Comentarios del 21/02/2007 (“Where is everybody?”).

Nota: Estos comentarios contienen “spoilers” (referencias a la trama de películas o episodios de series de TV), así que recomendaría su lectura después de haberlos visto; pues es “maluco” que le cuenten a uno la historia por anticipado. Nos encanta llegar hasta el final sin tener la idea anticipada de éste (claro, a veces resulta tan obvio que no hacen falta “spoilers”).

A veces sucede, cosa atribuida indudablemente a la edad (que no es poca), que se me “espanta” el sueño en la madrugada; situación que aprovecho para hacer algo, en especial trabajo intelectual. Aunque a veces sucede, como durante la madrugada de hoy, que decido entretenerme. A tal efecto tuve la oportunidad de mirar el primer episodio de la clásica serie de TV “Twilight zone”, conocida en español como “La dimensión desconocida”, transmitido originalmente el dos de Octubre de 1959 (hace poco). El episodio se llama “Where is everybody?” (“¿Dónde están todos?”) y está doblado al español con aquellas voces tan familiares por haber sido asiduo de la serie en mis años mozos. Trata de un hombre, vestido con una braga de aviador, que aparece en un camino solitario y llega a un Café de camino; consiguiéndolo completamente solo y, para su sorpresa, con una rockola encendida y el café hirviente aún sobre la hornilla de la cocina. Sigue a pie por una carretera que pasa al frente y llega a un pueblo, donde consigue todos los locales comerciales abiertos sin ningún alma adentro. Así está hasta llegar la noche, cuando entra en un estado de desesperación tal que comienza a oprimir desaforadamente el botón de peatones de un semáforo. En ese momento aparecen reunidos unos militares de la fuerza aérea, sentados en una especie de anfiteatro provisional, quienes presenciaban a través de un monitor de TV como aquél gritaba como loco y presionaba continuamente el “panic button” en un modelo de cápsula espacial aislada instalada en un hangar. Resulta que el hombre era un astronauta en la fase de entrenamiento de un viaje a la Luna, quien había sido dejado solo en la cápsula por más de cuatrocientas horas hasta que la desesperación de la soledad lo hizo oprimir el citado “panic button”. El guión es del inolvidable Rod Serling, quien era el presentador de la serie; aunque no aparece en este episodio, pero yo recuerdo algunos en los cuales aparecía expresando algunos dramáticos comentarios sobre la temática tratada en éstos. En la presentación inicial se escuchan algunas frases, emblemáticas ya, entre las cuales está una muy famosa en Venezuela hasta hace relativamente poco tiempo: “Todo es posible en la Dimensión Desconocida”. Apostaría que quien pronuncia estas frases en el original es el mismo Rod Serling, pues era la misma voz que lo doblaba en los episodios en los cuales él aparecía. El guión y el tratamiento de éste se me hicieron excelentes. Puede observarse que, con un buen guión y una buena actuación, pueden obtenerse resultados extraordinarios sin tanta parafernalia tecnológica... A pesar de sus cuarenta y siete años, amén del dizque “handicap” de estar filmado en blanco y negro, este episodio me pareció buenísimo; con un “suspense” digno del genial Alfred Hitchcock. No perdió su sabor, a pesar del paso de los años, para quien aprecia el buen arte. Y dicho sea de paso, muchos cineastas han filmado y filman en blanco y negro, aún siendo mucho más fácil hacerlo en colores. El hecho de extraer el máximo de las posibilidades expresivas en la imagen de este tipo de filme requiere de mucha destreza y sensibilidad. Hasta el mismísimo Steven Spielberg no cedió a la tentación de filmar en blanco y negro: “La lista de Schindler”. Y le quedó genial… A despecho del tema tan duro…

Rubén E. Rodríguez M.

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