viernes, 18 de junio de 2010

Comentarios del 20/02/2007 (Periodismo Vital).

A continuación resumo un par de e-mails enviados a Luisa Díaz hace unos cuantos años, esto es, el 20/02/2007:

Sabes, a veces me da por escribir cuentos “extraños”. Como decía mi finada madre: “Vainas de él para después reírse”. A veces son cuentos abiertos, que permiten al lector imaginar el antes y después… Claro, te miento si los escribo “ex profeso”. Simplemente se me ocurren así y dejo correr la pluma (no en sentido figurado porque en ésa época acostumbraba a utilizar una estilográfica de las usadas por los dibujantes, pero ahora dejo correr los dedos en el teclado). Creo que deben haberte pasado cosas semejantes: Como, por ejemplo, comenzar a pintar un cuadro sin ningún plan… Vainas de locos… Pero, citando un refrán famoso en el mundo de la computación, “no hace falta ser loco para trabajar aquí, pero ayuda”. Tengo varios cuentos del mismo tenor. Tres de ellos están en “Rubén E. Rodríguez M. Own Space”. También, en varios de mis viejos cuadernos, tengo cuentos bastante largos en los cuales me explayo a gusto en mis viejas y queridas tramas con sabor a “Realismo Fantástico”. Éste termino fue usado con profusión por Jacques Bergier y Louis Pauwels en su famoso libro “El retorno de los brujos” para definir esas cosas “extrañas” que se cuelan en nuestra realidad cotidiana. Siempre creemos que ésta es la única realidad “real” (perdona la redundancia, pues la usé sólo con intención efectista), pero yo he sospechado desde hace muchos años que vivimos un “caso particular” en la Gran Realidad del Universo… Quiero citar unas frases tuyas del anterior “e-mail”: << En fin… creo que a nosotros nos toca tratar de extraer lo mejorcito de ésta situación… porque la debe haber... lamento mucho que el daño que esta ideología ha producido a la psique del colectivo venezolano sea sólo conocida por unos pocos... quizá con un poco de conciencia al respecto, este señor tuviera los días contados… Pero nuestro pueblo le agrada regodearse en la ignorancia… repetir patrones y mantenerse en la zona de comodidad... >> Mi opinión al respecto: ¡Touchè! En dos platos, como decía la Vieja Vicenta, has dicho una verdad del tamaño de una catedral… Por eso me gusta hablar con gente de avanzada; pues, si siempre acostumbramos a hablar con ignorantes, seremos cada vez más ignorantes. Y no te digo esto por dorarte la píldora. Muy al contrario. Al César lo que es del César... Por esto me gustaba andar con gente mayor cuando era joven, pues sentía – sin saberlo racionalmente – que con ellos podría aprender... Esto de escribir es muy bueno y, en esta costumbre hay implícita otra, la de llevar un recuento escrito de cosas que me suceden y de noticias que tienen mucho significado para mí. Esto lo llamo, y perdona el abuso, “Periodismo Vital”; término que yo mismo acuñé en mi novela (ésa misma de la cual te he entregado unas partes). Sabes que ayer lunes fueron presentadas unas imágenes inéditas del último recorrido de John F. Kennedy en Dallas momentos antes de ser asesinado. Se trata de una película muda, filmada en 8 mm, donde aparece una radiante Jacqueline Kennedy saludando animadamente a la multitud. Las imágenes fueron tomadas menos de 90 segundos antes de los disparos que mataron a Kennedy. El filme de 40 segundos también muestra la escena del crimen. Cito textualmente parte de la reseña de la “Reuters”: << El abrigo del presidente está claramente levantado en su espalda, un detalle que será estudiado por quienes sostienen la teoría de la conspiración ya que, entre otras cosas, las heridas de bala en su abrigo y cuerpo parecen no coincidir. La película fue donada al Sixth Floor Museum de Dallas por el fotógrafo amateur George Jefferies y su yerno, Wayne Graham. La misma fue presentada en coincidencia con el feriado por el Día del Presidente. >> El penúltimo párrafo de noticia reza así: << El video más completo y conocido del asesinato de Kennedy que salió a la luz fue realizado por el transeúnte Abraham Zapruder. >> Hago esta acotación porque el video de Zapruder es el que se ha mostrado harto de veces, resultando ser parte del suceso histórico. Aquél video, por el contrario, era desconocido hasta ahora y puede arrojar alguna luz sobre este misterio que pronto tendrá cincuenta años. ¿Por qué me refiero a este hecho en concreto? Porque hay dos hechos muy importantes en el Siglo Veinte que siempre me han intrigado y que siempre he tratado de investigar a fondo: El WuWa o WunderWaffen, el Proyecto Atómico Nazi, y el asesinato de Kennedy. Siempre se me antojó que, de no haber sucedido las cosas de esta manera, nuestro presente fuera muy diferente… El asesinato de Kennedy, para mi, fue un evento tan fuerte que recuerdo claramente hasta el momento y el lugar donde escuché la noticia. En ese momento era un niño de doce años y ya mis temas de conversación eran cosas de adultos… Y escribía cuentos… Recuerdo que, en esa época, comencé a escribir uno en el cual estaba bastante influenciado en la Ciencia Ficción “Post Atómica”; corriente literaria del género caracterizada por cierto pesimismo, derivado del temor de que la “Guerra Fría” diera lugar a una “Guerra Caliente” (léase “Guerra Atómica”). No llegué a concluir el citado cuento y perdí los papeles después de prestárselos a un psiquiatra amigo de la familia, quien estaba interesado (y creo que intrigado también) por mis inquietudes tan fuera de lo común al medio ambiente donde me desenvolvía. Sabes, recuerdo parte de la trama y creo que podría reemprender su escritura… Pero sería menos pesimista… Por allí todavía conservo los papeles de trabajo de una novela que debió ser la primera, en lugar de “Mónica o el extraño poder” (título sugestivo, ¿no?). Se trata de “El fantasma de la princesa” (o algo así, no lo recuerdo bien ahora; aunque este título es igual de sugestivo al anterior). Tengo también la trama en la mente, en espera sólo del tiempo y lugar oportunos. Tardé diez y ocho años en completar mi primera novela, más que nada porque me casé y las prioridades comenzaron a ser otras. Con el tiempo volvieron las viejas prioridades, al entender que lo material y las otras personas pueden perderse fácilmente; no así los trabajos mentales y espirituales. Estos escritos inconclusos y perdidos traen a colación al británico Temple (desgraciadamente no recuerdo ahora su nombre de pila), quien debió comenzar a escribir varias veces su fenomenal cuento de Ciencia Ficción “El triángulo de cuatro lados”, pues perdió varias veces el manuscrito. Pero “como el que persevera vence…” Resulta que este caballero era soldado de la famosa unidad “Desert Rats” (“Ratas del Desierto”) – al menos eso recuerdo del preámbulo a este cuento leído en una vieja antología - y los vaivenes de la guerra le arrebataban su hijo. Esta unidad británica se destacó en el desierto del Norte del África en la Segunda Guerra Mundial y hubo de habérselas con carajos tan arrechos como el “Herr Generalfeldmarschall Erwin Rommel” (“Señor General Mariscal de Campo Erwin Rommel”), el mejor general alemán de la guerra… Al fin los británicos lo pudieron vencer en el cuarenta y dos casi a las puertas de Egipto. Un buen trabajo del también Mariscal de Campo Sir Bernard Law Montgomery… Déjame darte un resumen muy breve del argumento del cuento. Se trata de dos científicos que se enamoraron de la misma mujer y, no habiendo modo de resolver el “impasse”, le sacaron una copia… Así los dos quedaron con su enamorada. De allí el título “El triángulo de cuatro lados”. No recuerdo el final porque lo leí hace más de treinta años, pero me están dando ganas de buscarlo y volverlo a leer; a fin de averiguar si perdió su sabor después de tantos años (a veces sucede). Perdona por alejarme del tama. Cuando fue asesinado Kennedy tenía yo trece años. Todavía recuerdo que recibí la noticia en la sala de la casa de los Laguado; una familia que nos tenía alquilada una inmensa habitación compartida con mi hermana, tres años mayor que yo, mi madre y mi abuela. Con esa familia, a pesar de habernos mudado de su casa a los pocos años - en virtud del progreso inevitable que produce un trabajo arduo y sostenido -, todavía nos atan lazos de profunda amistad. Casi parecen familia nuestra. La casa queda en la subida de Altamira, que comienza justo al frente del edificio del Seguro Social de la Avenida Principal de “El Cementerio”. En aquel tiempo tenía un amplio terreno al frente y la construcción era de ladrillos de concreto desnudos, esto es, sin frisar. Ahora la construcción ocupa toda el área, sin terreno libre, y no es de ladrillos desnudos. Bueno recibí la noticia en la sala y recuerdo haber mirado a mi izquierda, justo hacia la habitación contigua. Hice un comentario del que no me acuerdo, el cual me pareció una estupidez minutos más tarde. No sólo son cosas de niños porque de adulto me ha pasado… Esto pasó más o menos un año antes de la muerte de mi prima Fanny.
A propósito de la referencia al cuento “El triángulo de cuatro lados” transcribo los siguientes dos extractos de una entrevista al escritor de CF español Gabriel Bermúdez Castillo, que hallé en Internet respondiendo a mis investigaciones sobre las inquietudes en relación a este cuento:
<< La obra es “El triángulo de cuatro lados” de William F. Temple. En ella, dos hombres (Roberto y Guillermo) están ardientemente enamorados de la misma mujer, Elena. Ella, a su vez, ama a Roberto. Problema insoluble, al parecer, puesto que el amante despreciado jamás conseguirá satisfacer su amor. Insoluble, desde luego, para la literatura normal, o para el mundo de la realidad, Pero no para el mundo de la CF y para su correspondiente literatura, pues da la casualidad (si no, no habría historia) de que Guillermo es el inventor de un aparato capaz de duplicarlo todo... desde objetos a seres vivos. Tras algunas dudas, la muchacha accede a ser duplicada, para que su doble sea la esposa del inventor y enamorado defraudado. Ya estamos planteando la pregunta: "¿Qué sucedería sí...?" ¡Complétela el lector! >>
<< Y desde luego, El triángulo de cuatro lados, en la cual el problema planteado no tiene solución, puesto que la duplicación de Elena resulta ser tan enormemente exacta, que su doble (Dolly) sale de la máquina tan enamorada de Roberto como la Elena original lo estaba. Pero como es una excelente muchacha, capta la situación al instante, disimula, y se casa con el (de momento) feliz Guillermo... Los problemas que vienen más tarde, y que terminan con la muerte de Guillermo, y de una de las chicas (¿cual?) corresponden ya a otro plano. >> ¿Qué te parece la volada? Fumado el asunto...

Rubén E. Rodríguez M.

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